Las enfermedades más peligrosas son una realidad en el mundo vegetal, tanto para las plantas de vivero como para las plantas al aire libre. Si bien hay muchas enfermedades que afectan a la flora doméstica, algunas son más peligrosas y tienen mayor impacto en la industria de los viveros.
Uno de los patógenos más significativos para la industria de los viveros es el oídio. Se trata de un hongo blanco de textura polvorienta que invadí al follaje de las plantas, lo que afecta su desarrollo y crecimiento. Si se atiende torpemente, puede causar la muerte de la planta en poco tiempo. La prevención y el control de este patógeno implican un tratamiento preventivo consistente en aplicar fungicidas y realizar una correcta limpieza de la parcela y el follaje de las plantas.
Aunque el oídio es uno de los patógenos más comunes, también hay enfermedades menos comunes que pueden provocar graves daños a un vivero. El mildiu es una de ellas. Se trata de un hongo que causa la decoloración de las hojas, moteados o manchas. Si no se trata de manera oportuna con fungicidas o desherbicidas, este agente patógeno puede llevar a la planta al estado de incapacidad para el crecimiento y la producción de flores y frutos.
Otra enfermedad que puede afectar duramente a los cultivos de viveros es el moho blanco. Es una enfermedad producida por una levadura, que provoca manchas blancas y pelosas en el follaje de la planta. Si no se trata de manera inmediata, el moho puede cubrir toda la planta y, en algunos casos, matarla. Para prevenir y controlar esta enfermedad es necesario desinfectar el vivero con productos químicos y hacer una aplicación de fungicida consistente. Aunque hay otras enfermedades que pueden afectar a las plantas de vivero, estas tres son las más peligrosas, debido a los daños que pueden causar rápidamente. Para prevenir y controlar estos patógenos es importante llevar a cabo un adecuado manejo de los viveros, que incluya la limpieza y desinfección de la parcela, la aplicación de fungicidas de manera oportuna y el monitoreo frecuente de la salud de las plantas.
Formas en que la malla sombra ayuda a proteger viveros contra enfermedades en las plantas
La malla sombra es un material comúnmente empleado en viveros para restringir la cantidad de luz y proteger a las plantas de algunas enfermedades. Esta estructura es ideal para garantizar la sombra y evitar que los rayos del sol dañen a las plantas, especialmente cuando se encuentran en climas cálidos y se tienen más de una planta diferente en el vivero. Además, la malla sombra también ayuda a proteger las plantas de ciertas enfermedades que se transmiten por el aire.
Es un adecuado refugio para evitar que la luz sea absorbida directamente por la planta. Esto permite que los fotorreceptores y pigmentos presentes en la planta reciban una cantidad de luz estimulante, permitiendo que ésta se permita obtenga sus nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo de la planta. Esto es importante ya que, con mayor cantidad de luz absorbido, se aumenta la bio-síntesis de clorofila y, por ende, el mejoramiento de la absorción de nutrimentos. Este fenómeno también evita la aparición de manchas blancas en la planta, evitando que la sombra de los frutos se cree de forma natural.
Una malla sombra adicionalmente ayuda a prevenir enfermedades en las plantas. Cuando la luz solar es limitada a través de la utilización de la malla sombra, también se limitan ciertas condiciones climáticas como elevaciones de temperatura, la intensidad de los rayos ultravioleta, entre otros. Esto evita que algunos gérmenes, virus y patógenos entren y afecten a la planta, promoviendo su salud local. Esto hace que la malla sombra sea una defensa estupenda a la hora de proteger los viveros de algunas enfermedades.
Otro beneficio de la malla sombra es que evita la pérdida de agua. Debido a que limita la posibilidad de que la luz solar ingrese al vivero, la temperatura del mismo se reduce, lo que contribuye con el mantenimiento de la humedad y los nutrientes, lo cual hace que las plantas se mantengan sanas. Esta propiedad no solo contribuye a prevenir enfermedades, sino también a preservar el suelo, que es el principal recurso para la realización de actividades agrícolas.
La malla sombra es una de las mejores maneras para proteger los viveros de diversas enfermedades. Proporciona la cantidad exacta de luz para las plantas, permitiendo que las condiciones climáticas sean adecuadas para el desarrollo de la planta. Al mismo tiempo, ayuda a limitar los factores enrarecidos que promueven la aparición de plagas y enfermedades. Por otra parte, la malla sombra también consigue preservar la humedad y los nutrientes necesarios para la salud de la planta. Finalmente, si el vivero se encuentra en climas cálidos, la malla de sombra se recomienda sin duda.
Ganancias adquiridas en la producción de cultivos gracias al uso de malla sombra
La malla sombra es un elemento clave en la producción agrícola y en la obtención de ganancias por parte de los agricultores. Esta tecnología permite que los cultivos reciban una cantidad controlada de luz solar que mejore su desarrollo. Esto garantiza un crecimiento mejorado, lo que conduce a una mayor producción y altos niveles de calidad. Además, esta dotación le permite al agricultor ahorrar dinero en el uso de energía, ya que la malla sombra reduce la necesidad de iluminación artificial.
La utilización de malla sombra también disminuye el riesgo de incendios agrícolas, lo que facilita la supervivencia de los cultívos y evita daños. De esta forma, el agricultor puede reducir los costos de reparación, mantenimiento y recuperación de tierras tras un incendio. Esto significa ahorrar importantes cantidades de dinero en materia de gastos. En adición, la malla sombra también ayuda a mantener la integridad de los cultivos. Esto es especialmente importante para aquellos productos con productos de alto valor como el aguacate y la fresa, ambos grandes contribuyentes a la generación de ganancias en el ámbito agrícola. Esto garantiza al agricultor una cosecha del producto a un mejor precio.
Por último, la malla sombra también contribuye a la reducción de erosión del suelo, uno de los peores enemigos en la producción agrícola. Este problema se produce como resultado de la pérdida de suelo por el agua o el viento, lo que desintegra la fertilidad del terreno afectando los resultados de la producción. Sin embargo, la malla sombra minimiza el riesgo de esta erosión, manteniendo un balasto suficiente en el suelo para sostener el sistema de cultivo y asegurar la producción de buenos rendimientos con hermosos cultivos de calidad. Además de mejorar el desarrollo, la calidad y el rendimiento de las cosechas, ayuda a ahorrar dinero en energía, reparación, mantenimiento y prevención de erosión. Esto, a su vez, le brinda al agricultor la oportunidad de incrementar sus utilidades y asegurar un negocio rentable y sostenible a largo plazo.